Homenaje al Malabarista...
Y su vida se lleno de ratos solos.
Pero Mariela no queria estar mas sola. Soñaba como tantas otras tardes irse lejos.
En la estacion no habia mucha gente. El tren de las cinco de la mañana estaba tan vacio como su alma. Escaparse, pero a donde?
Sabia q el viaje a Trelew seria pesado, pero no tanto como la guitarra q llevaba en sus hombros.
La remera se le mojaba con la lluvia q salpicaban las ventanas. El asiento tan frio parecia enmudecerla mas todavia. Sabia q alla lejos nadie la esperaba con los brazos abiertos. La abuela Lola no salia en los veranos, pero hacia frio.
Queria escaparse de lo cotidiano. De las noches en el bingo, solo sirviendo copas de ron. De los peines q despeinan.
Hace mucho q no tenia familia, y los amores de ficcion le habian robado la calma noches antes.
Sus ojos negros tenian preguntas todavia. De quien se escapaba?.
Siempre de ella misma.
La boleteria la enamoraba tanto. Con trescientos pesos y una devaluacion en puerta no hacia mucho. Sabia q en Trelew el frio del verano no era tan humedo como el de la pension de la boca.
Estaba durmiendo cuando el le toco el brazo, pidiendole monedas. Parecia un malabarista despeinado.
Su remera desteñida azul y una sonrisa.
Le pidio una noche de amor y ella le pidio amor eterno.
El dijo no y ella no lloro, solo se pinto los ojos.
El le pidio un beso y ella le toco una cancion en su guitarra. El quizo ser militar y ella decia ser medica. El hizo malabares y ella le robo un beso.
Parecian locos. Se rieron mucho cuando pensaron en tener hijos y cuidarlos.
La riqueza era orgullosa y prefirieron comprar un diccionario. El parecia aleman y ella sueca.
Pero el tren seguia de largo, las vacas y los caballos robaban el paisaje.
Muchos pasaban ofreciendo postales de chicos llorando. Ella queria curar la peste del egoismo y el queria criar sus caprichos.
Como poetas ignorantes dibujaron en ese vagon un gran corazon amarillo con sus nombres.
El le pidio q le arreglara el cierre de su bolso y ella, tan poco culta dijo no. Casualidad?. El hilo tenso le sirvio para hacerse muchas trenzas y muchas frases con perdones.
En el diario habia una foto de Goyeneche. Entonces el saco un souvenir y se lo regalo.
Antes de bajar le dijo, "Chaplin dijo una vez... la vida no es feliz, sino q se hace"
Y se fue sin mirar para atras, con sus malabares.
Y Mariela no lloro, esa noche sonrio .. y se pinto los ojos renegridos sin apurarse. Por cuatro estaciones no estuvo sola en el mundo.
Pero Mariela no queria estar mas sola. Soñaba como tantas otras tardes irse lejos.
En la estacion no habia mucha gente. El tren de las cinco de la mañana estaba tan vacio como su alma. Escaparse, pero a donde?
Sabia q el viaje a Trelew seria pesado, pero no tanto como la guitarra q llevaba en sus hombros.
La remera se le mojaba con la lluvia q salpicaban las ventanas. El asiento tan frio parecia enmudecerla mas todavia. Sabia q alla lejos nadie la esperaba con los brazos abiertos. La abuela Lola no salia en los veranos, pero hacia frio.
Queria escaparse de lo cotidiano. De las noches en el bingo, solo sirviendo copas de ron. De los peines q despeinan.
Hace mucho q no tenia familia, y los amores de ficcion le habian robado la calma noches antes.
Sus ojos negros tenian preguntas todavia. De quien se escapaba?.
Siempre de ella misma.
La boleteria la enamoraba tanto. Con trescientos pesos y una devaluacion en puerta no hacia mucho. Sabia q en Trelew el frio del verano no era tan humedo como el de la pension de la boca.
Estaba durmiendo cuando el le toco el brazo, pidiendole monedas. Parecia un malabarista despeinado.
Su remera desteñida azul y una sonrisa.
Le pidio una noche de amor y ella le pidio amor eterno.
El dijo no y ella no lloro, solo se pinto los ojos.
El le pidio un beso y ella le toco una cancion en su guitarra. El quizo ser militar y ella decia ser medica. El hizo malabares y ella le robo un beso.
Parecian locos. Se rieron mucho cuando pensaron en tener hijos y cuidarlos.
La riqueza era orgullosa y prefirieron comprar un diccionario. El parecia aleman y ella sueca.
Pero el tren seguia de largo, las vacas y los caballos robaban el paisaje.
Muchos pasaban ofreciendo postales de chicos llorando. Ella queria curar la peste del egoismo y el queria criar sus caprichos.
Como poetas ignorantes dibujaron en ese vagon un gran corazon amarillo con sus nombres.
El le pidio q le arreglara el cierre de su bolso y ella, tan poco culta dijo no. Casualidad?. El hilo tenso le sirvio para hacerse muchas trenzas y muchas frases con perdones.
En el diario habia una foto de Goyeneche. Entonces el saco un souvenir y se lo regalo.
Antes de bajar le dijo, "Chaplin dijo una vez... la vida no es feliz, sino q se hace"
Y se fue sin mirar para atras, con sus malabares.
Y Mariela no lloro, esa noche sonrio .. y se pinto los ojos renegridos sin apurarse. Por cuatro estaciones no estuvo sola en el mundo.
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