viernes, noviembre 12, 2004

Uno y uno son demasiado...

Pero iba caminando sola sin ver las paredes. Pedia whisky en cada barra, entregando besos en cada pago... perdida.
Extrañaba su guitarra, el mundo le daba vueltas. Ya no habia quien la cuide.
Habia trafico de drogas, de cigarrillos negros. Baires no parecia diferente.
Son muchos amores juntos, todos entrelazados en una tragedia de salon. Laura estaba lejos... penelope seguia en el anden.
La alegria parecia marchitarse en esa copa q no se vaciaba con cautela. Habian malos tratos.. las patas de la mesa no parecian ficticias.
Las ganas de llorar, de reirse sola empezaron como un flash atonito para todos los q la miraban. Tenia una margarita blanca en su mano izquierda.
Ay Mariela.. faltaban amigos con quienes jugar al truco.
Tenia los ojos heridos, las piedras rosas...
Guardaba una respuesta a una pregunta q nunca encontro en todas esas esquinas del pueblo.
Le parecio verlo, sentir su perfume cuando el salia del baño. Un impulso la empujo a hablarle. Lo reconocio por los anteojos.

El tambien tenia penas. La margarita fue su mejor regalo.
Entonces hablaron mucho de politica.
El le dijo q no era lo q estaba buscando, q se vaya mas lejos todavia. Ella queria verlo de nuevo disipando malabares. Le dijo q las gotas q caian del cielo eran las lagrimas de los angeles cuando lloran. Ella de nuevo le enseño la luna.
- Mariela... dejame... aunque ya no queden miedos para compartir, no quiero equivocarme de nuevo.
- Pero todo lo q hicimos... las fantasias detenidas.... yo ya no puedo olvidarte.

Dice la leyenda segun cuentan los espectadores... q se abrazaron. Y q entre las petacas y los besos se confundieron lo salado de las lagrimas.

Nadie entendia lo q les pasaba... nadie queria entenderlos. Los sislogismos, las sillas vacias, las ausencias... caminar por la vereda corriendo entre los rayitos de sol, vengandoze de la soledad de forma idolatra.

Se rieron mucho... se sintieron vivos entre los muertos.
Las manos buscaron refugio en el pelo del otro y solo se durmieron en esa mesa hasta la primera transmicion radio nacional.

Era un poco de suerte, de nadie tiene a nadie, y yo te tengo a vos...

No se quisieron volver a encontrar hasta el proximo verano, pactaron tregua.
Hay amores q no se adaptan al frio.

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